Mundo Mobile
Related Articles
¿Cuántos teléfonos celulares has tenido? ¿Qué has hecho con ellos? ¿Lo recuerdas? El problema de los desechos generados por los celulares es muy grave. Los componentes de los celulares son tanto peligrosos por ellos mismos como por las consecuencias de la obtención de los materiales para fabricarlos. Por ejemplo, el coltán que es un material básico para su fabricación está en medio de conflictos bélicos y la deforestación de la selva de la República Democrática del Congo, además de que en su mayoría es obtenido por medio de la minería ilegal que usa mano de obra esclava y destruye el hábitat de los gorilas (la fundación Jane Godall tiene una campaña para evitarlo).
Es normal que cambiemos de teléfono celular, la tecnología avanza y cada vez queremos algo mejor. El alto costo de los celulares ha detenido de alguna manera el desecho estos de manera masiva (Nadie quiere deshacerse de un teléfono de más de 500 dólares en poco tiempo) pero aún hay muchos celulares viejos que se quedan en un cajón, pasan de moda y en cualquier momento podrían acabar en la basura y volverse un contaminante altamente peligroso.
Las opciones
En algunas ciudades se han puesto contenedores especiales para recibir basura electrónica como pilas de litio, computadoras, baterías de celular y celulares viejos. Esta es una buena opción para no contaminar.
Nunca falta alguien que dice “yo no voy a regalar mi celular a nadie porque yo lo compré”. La mejor opción aquí es venderlo tú mismo. Hay lugares donde compran chatarra electrónica y en los últimos años inclusive hay empresas queje compran celulares viejos por medio de internet.
El donarlo también puede ser una buena opción, algunas ONGs reciclan los celulares viejos para usar los fondos obtenidos para sus causas.
Lo más importante es recordar que tirarlo a la basura no es una opción. El celular que tiras hoy podría contaminar el agua que tomas. El agua es una de las grandes afectadas cuando tiras un teléfono celular a la basura. Así es como materiales como el plomo, el cadmio y el mercurio llegan a los mantos acuíferos (aguas subterráneas) y pueden afectar la salud de las personas que tengan contacto con esta agua.
